Calabazada que te cagas
pensaste antes de
pegártela
pues viste una piscina
y ni siquiera miraste.
¡Con dos cojones!,
dijiste
y aún decidiste tirarte
la cabeza por delante
y con mucho arte.
Lo volverías a hacer
aunque te tires sin ver
porque otros tiran a gente
para caer bien,
seguramente.
¡Y qué más da!
La ostia la tuviste
pero porque es querer
sencillamente, lo que
hiciste.
Fuiste a por naranjas
para cortarlas por
mitades.
Y te dieron calabazas
enteras, ya lo sabes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario