miércoles, 19 de octubre de 2016

Yesca y pedernal

En este camino nuevo
extraño momentos no olvidados
viejos incendios en la quietud
en la soledad falsamente acompañada.

En aquél viejo glaciar en llamas
del cual era rey, y arquitecto
nunca faltó humo que respirar
nunca debió de inexistir la vieja leña.

Y ahora, me rodeo de hierro oxidado
asediado gustosamente por bits de silicio
en la ineficacia de planes no resueltos
y sólo con yesca y pedernal.

El frío arrecia, ahí fuera
habiendo logrado mi objetivo lejano
pisando colinas arrasadas por napalm
abandonando una pétrea jaula dorada.

¿Disfrutas de la sequía creciente?
¿Te vanaglorias de esta pequeña fogata?
¿Es tu orgullo o tu deber
el que te hacen no mirar atrás?