martes, 23 de junio de 2015

Si...

Y si hubieses aceptado los errores
si hubieses encajado la crítica
o tal vez encontrar respuestas
a preguntas no imposibles.

¿Dónde está la clave?
¿Dónde encontrar el equilibrio?
A veces la respuesta se nos escapa
y tal vez esté ahí, evidente.

Tal vez no esté la respuesta ahí
no se encuentre ahora, en este lugar
en esta situación, en este ahora
pero está, y no la esperas.

No estaba preparado 
no era ése el camino
aun cuando la gravedad 
me atraía inexorablemente a ti.

No era la respuesta que quería,
ésta es la respuesta a tu pregunta
¿Dónde está el equilibrio?
¿Dónde está la clave?

En no buscarlo, fabricarlo.
En no plantearlo, seguir viviendo.
En no correr, seguir andando.
Y todas las respuestas llegan.

Es cuestión de tiempo. 
Al menos sé que soy humano,
y es maravilloso serlo.

domingo, 21 de junio de 2015

La hora más oscura.

No te encuentro
¿Has nacido acaso?
¿Has respirado este aire?
¿Has sonreído con tus amigos?
¿Sabes lo que es sentir la lluvia?
¿Sabes lo que es intentarlo?
¿Sabes lo que es sentirlo?
¿Y perderlo todo y volver desde cero?
¿Has sentido frío?
¿Y calor?
¿Existe la perfección?
¿Y saber que es lo que más buscas?
¿Cómo serán tus ojos?
¿Brillarás o pasearás entre sombras?
¿Sabes elegir?
¿Y que a veces no todo es todo?
¿Y que a veces nada no es nada?
¿Y sabes que es lo mejor?

Que está a punto de amanecer
así que, estés donde estés, abrígate.
Y espérame, porque antes de volver
aún tengo que terminar de ir. 

jueves, 11 de junio de 2015

Reflexiones bis xD

Al final, todo se trata de tomar decisiones. Cuando personas importantes para mí (o necesarias) me aconsejaron, una y otra vez, de eliminarte de mi vida, me lo tomé como algo imposible, máxime cuando quererte tanto no ayudaba, precisamente. ¿Qué ha cambiado?

Todos tomamos decisiones, todos hacemos las cosas mal. Y yo he hecho las cosas mal, pero las reconozco. Reconozco que tuve un mal día, el Día D, en el que me pasé y reconocí el error al haberlo cometido, inmediatamente, además. Luego cometí otros tantos más. Ahora no es ése el caso. ¿Qué error hay en montar un viaje, que no salga, el darlo todo y encontrarse esos días con silencios en las conversaciones? Y las excusas dadas eran insuficientes. Estabas por ahí con tu gente y ya está, y no pusiste ni un gramo de ayuda. "Panderico nuevo", el nuevo capricho. Como el introducirse en el servicio público a trabajar. Se puede ver como un cambio a mejor, pero creo que hay cosas que las vemos bajo una venda de ilusiones. Es un mundo claramente hostil, en el que encajas porque en parte piensas como ellos. Es un mundo en el que no encajo, no fuerces a que entre en él. No me gusta. Le he cogido tirria, por muy buena que sea la gente que pueda estar (o no), mi experiencia indica que para un momento están bien (salvo una Excepción, y por desgracia se marcha a Afganistán; que no te pase nada, amigo, de corazón lo pienso) pero luego empiezan sus problemas.

He aquí una prueba, entonces, de una incoherencia. Si se quiere a una persona, se habla o se responde, o tal vez se dan largas por respeto a esa persona y lo que eso conlleva. Pero creo que ha sido egoísmo. Mucho. Y no por mi parte. Así que si quieres un motivo, es ése.

Es un estado de competición constante, con conversaciones en las que todos se llenan la boca de todo lo que son capaces de hacer (salvo UNA EXCEPCIÓN, repito, esta persona está fuera de toda esta normalización), se creen con derecho inalienable a imponerte su criterio debido a su gran experiencia como... lo que sea. Hasta de lo mío me han intentado dar clases. Te cagas. Saben más sobre exobiología que los exobiólogos de la NASA, la ESA y todos los catedráticos de exobiología (por poner un ejemplo). Y luego te exigen humildad y respeto, cuando eso es lo primero que falla.

Tal vez sea eso, esa carencia de humildad, esa imposición agresiva (en forma de costillas rotas, en forma de mentiras, en forma de saqueos sin respeto a una parte de ti, en forma de negar lo evidente, en forma de tener un problema psicológico y usarlo... algún día no funcionará, en forma de ambigüedades, y cobardías), esa futilidad que antes no se buscaba (fiestas de Jaca 2011 o "por qué hablas con esa persona, que es un putón"). Antes eran conversaciones decentes, en las que se compartían momentos, o tal vez se hablaba por hablar una y otra vez de lo mismo, por el mero hecho de querer llevar la voz cantante, tal vez (registro de al menos cuatro o cinco entradas sobre incendios en determinadas islas de Canarias) por el motivo de querer ser el centro de todo. Y luego rechazo cuando lo conseguías. A ver, céntrate, o sí o no, ya vale de tonterías.

He esperado sin éxito detalles. Lo del sábado, ya que no voy a poder estar disponible para "tu evento", qué menos que tener un detalle. Ese detalle no se ha visto refrendado, y ya es demasiado tarde. Otra cosa más, lo del evento. Es un día más, celebrarlo a lo grande es una chiquillada. Cualquier día puede ser bueno, no tiene por qué ser una fecha señalada, realmente no tiene por qué ser nada para que un día sea el elegido. Lo único que hace falta es voluntad.

Y esa misma voluntad que has tenido para este legendario fin de semana, con ese nuevo mundo que has descubierto (y cuyas sombras eres incapaz de ver, o las racionalizas), no la has tenido para con otras cosas. Bueno sí, para criticar aquéllo que desconoces. Mi libro, por ejemplo. Un proyecto que he evitado ponerte delante, y con éxito. ¿Quién eres para hablar mal de él y luego decirme lo mucho que me quieres? Yo no compartía tu interés en formar parte del "nuevo mundo", pero no me quedaba otra que acatarlo, aceptarlo y respetarlo incluso si no lo comparto o no estoy de acuerdo.

¿Con qué derecho puedes decirme que me quieres en tu vida si luego eres manifiestamente incapaz de hablarme, de responderme, o de poner parte de tu voluntad en algunas cosas? Es incoherente, aún viéndolo desde el punto de vista más conservador.

He aquí la razón. El cambio es necesario, para bien o para mal. Hay antecedentes positivos que lo demuestran. Me necesitaste porque XY se había ido, bueno, y otros tantos más también, y tenía coche. Hiciste lo que querías, y luego, desapareciste, creando situaciones exclusivas pero criticándome cuando yo las planteaba.

Así que cada cual con su vida, y más humildad. Por mí, por ti, y por todos tus (futuros, salvo UNA EXCEPCIÓN, que no le hace falta) compañeros.

Y para acabar, aparte de mi querido Kipling, el poema final de mi "Glaciar en llamas", espero que guste.

He visto el fin de días pasados
envuelto en una crisálida gélida.
He observado el giro de miles de tierras
estático, en éxtasis, observando las rutas.

Pero ya es hora de salir,
mis pies temblorosos sintieron la dura tierra
y a la ominosa montaña giré la cabeza
y con rebeldía, pisé la hierba colindante.

Ahora soy yo el que camino
por sendas no creadas, sin sentidos
andando por el placer de andar
subiendo, bajando, deleitándome con el paisaje.

No quiero ver el principio de días futuros
quiero perderme en mi senda sin trayecto
en mi viaje sin final, y disfrutar
ver el día como una aventura más.

No quiero pensar en días pasados
en asaltos sin éxito contra lo inexpugnable
el final del camino no es la meta

la finalidad del camino, es caminar.  

Or watch the things you gave your life to, broken,
    And stoop and build ’em up with worn-out tools.

martes, 9 de junio de 2015

sin título

No pretendo ser literario. De vez en cuando he subido aquí alguna reflexión, más o menos razonable. Pero considero que éste es tal vez el único lugar donde subir con libertad relativa todo lo que puedo llegar a pensar, o sentir, con respecto a las cosas. A veces he sido lírico. Hoy no.

Me cuesta escribir. Muchísimo. El "duende" que tenía y que sacaba alguna cosa buena, se ha ido. Y no sé si se ha ido de vacaciones, o de forma permanente. Es horrible. Y poder sacar eso que hacía falta, que era más o menos alegre, o más o menos triste, o más o menos ilusionante, era algo.

Ahora no está ese algo. Se fue cuando me di cuenta que algo en mí estaba mal. Y que es precisamente la razón de todo esto. La parte chunga de tener que ser el centro de todo el mundo y que todo dependa de mí, o de darse demasiada importancia a uno mismo (la parte chunga, que es la contraria). Tal vez se deba a que he estado siempre en las puertas, y a fin de cuentas, el no conseguirlo puede... o tal vez estuvo ahí siempre.

No me encuentro a gusto estando con algunos de mis amigos. Parece ser que por no ser X o Y ya no es lo mismo, en un mundo donde todos saben hacer de todo, y hasta las personas que más quiero tiran por la borda mis cosas. Mi "Glaciar en llamas", por ejemplo. Y sin haberlo leído. Eso dolió. Y tanto X (o Y) por aquí y por allá hace que a uno le entre urticaria de pensar en eso. Que me da pampurrias, y si pudiese sería alérgico. Parece ser que ese tipo de servicio público es el único que existe, demonios. Y con tanto sabio ahí dentro y tanto incompetente, que joder, si estuviesen en otros sectores seguro que el mundo iría mejor.

Necesito mi espacio, joder. Tender otros puentes, crear otro tipo de situaciones menos insanas, y sí, creo que algunas las estoy haciendo mal. Una, especialmente. Para mi los amigos no son de quita y pon. Pero me siento incómodo con esas personas, y necesito redefinir algunos parámetros para dejar de sentirme incómodo. Y no estoy avanzando, y el no poder escribir de forma "lírica" no ayuda. Nada.

Necesito salir de aquí. Y se me niegan las únicas posibilidades de las que dispongo. Porque sí, el viaje de hace dos semanas me vino bien, pero no reseteé. Este fin de semana me hubiera venido bien, el reinicio que necesitaba. Los anuncios de una película larga y endiablada. Pues no. No sé qué hacer, qué pensar, qué sentir, ni cómo hacerlo. Me veo minúsculo, un eco de un susurro sordo.

Y ni siquiera sé qué siento, qué me discurre por mi interior. Es todo un caos, y ni siquiera respirando profundamente y centrándome en lo que ahora tengo y conformándome con ello puedo salir de este embrollo en el que estoy.

No puedo cortar por lo sano. O no quiero. No sé. Y es lo mejor.
No puedo seguir así. O no quiero, y esto sí lo sé.

viernes, 5 de junio de 2015

Sigo de sequía.

Algún día llegarás, lo sé
y todo serán ecos
y todo dará igual
porque ya estarás, aquí.

Algún día te lo diré,
y no caerá en saco roto
ni flotará en un cauce seco
de un río ausente.

Algún día todo pasará,
lo sé, lo sabes. Pero no hoy.