martes, 9 de junio de 2015

sin título

No pretendo ser literario. De vez en cuando he subido aquí alguna reflexión, más o menos razonable. Pero considero que éste es tal vez el único lugar donde subir con libertad relativa todo lo que puedo llegar a pensar, o sentir, con respecto a las cosas. A veces he sido lírico. Hoy no.

Me cuesta escribir. Muchísimo. El "duende" que tenía y que sacaba alguna cosa buena, se ha ido. Y no sé si se ha ido de vacaciones, o de forma permanente. Es horrible. Y poder sacar eso que hacía falta, que era más o menos alegre, o más o menos triste, o más o menos ilusionante, era algo.

Ahora no está ese algo. Se fue cuando me di cuenta que algo en mí estaba mal. Y que es precisamente la razón de todo esto. La parte chunga de tener que ser el centro de todo el mundo y que todo dependa de mí, o de darse demasiada importancia a uno mismo (la parte chunga, que es la contraria). Tal vez se deba a que he estado siempre en las puertas, y a fin de cuentas, el no conseguirlo puede... o tal vez estuvo ahí siempre.

No me encuentro a gusto estando con algunos de mis amigos. Parece ser que por no ser X o Y ya no es lo mismo, en un mundo donde todos saben hacer de todo, y hasta las personas que más quiero tiran por la borda mis cosas. Mi "Glaciar en llamas", por ejemplo. Y sin haberlo leído. Eso dolió. Y tanto X (o Y) por aquí y por allá hace que a uno le entre urticaria de pensar en eso. Que me da pampurrias, y si pudiese sería alérgico. Parece ser que ese tipo de servicio público es el único que existe, demonios. Y con tanto sabio ahí dentro y tanto incompetente, que joder, si estuviesen en otros sectores seguro que el mundo iría mejor.

Necesito mi espacio, joder. Tender otros puentes, crear otro tipo de situaciones menos insanas, y sí, creo que algunas las estoy haciendo mal. Una, especialmente. Para mi los amigos no son de quita y pon. Pero me siento incómodo con esas personas, y necesito redefinir algunos parámetros para dejar de sentirme incómodo. Y no estoy avanzando, y el no poder escribir de forma "lírica" no ayuda. Nada.

Necesito salir de aquí. Y se me niegan las únicas posibilidades de las que dispongo. Porque sí, el viaje de hace dos semanas me vino bien, pero no reseteé. Este fin de semana me hubiera venido bien, el reinicio que necesitaba. Los anuncios de una película larga y endiablada. Pues no. No sé qué hacer, qué pensar, qué sentir, ni cómo hacerlo. Me veo minúsculo, un eco de un susurro sordo.

Y ni siquiera sé qué siento, qué me discurre por mi interior. Es todo un caos, y ni siquiera respirando profundamente y centrándome en lo que ahora tengo y conformándome con ello puedo salir de este embrollo en el que estoy.

No puedo cortar por lo sano. O no quiero. No sé. Y es lo mejor.
No puedo seguir así. O no quiero, y esto sí lo sé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario