Vidas destrozadas
Mira al cielo, condenado
mira al cielo, te exijo
mas las vidas que les has
mandado
afortunadamente ya no te
miran.
Las querías, o eso decías
a la que conocías y a la
oculta
esa vida que creaste en tu
vuelta
y que desapareció en tu
revuelta.
Manos ásperas que tenías
para crear
la mirada al frente, que
usabas para planear
el corazón delante, para
sin medida amar
herramientas para la vida,
para moldear.
Tu nombre se volvió una
estadística
tus manos se tiñeron de
sangre no nacida
tu cuchillo se hendió en
quien tanto querías
y ahí, enemigo mío, se
terminó tu vida.
Toda vida es algo que solo
existe una vez
y como leña, dos vidas
desperdiciaste
se pudrieron los sueños,
enterrados bajo lágrimas
y tu nombre, un
desgraciado número en la historia.
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