lunes, 10 de marzo de 2014

Cadiel.

El tiempo se acaba y eso que acaba de empezar. La creación cae, presa de sus dudas y errores. Lucifer quiere que vaya y que esté con él. Y yo... ni siquiera sé dónde debo estar.

Una parte de mí cree y sabe que las cosas con Lucifer serán mejor. Tenemos que asaltar Santuario, donde todo sigue igual, mientras Paraíso está bajo asedio de Devoradores y criaturas más peligrosas. Ahí donde caen, se tornan en agujeros donde ni la luz sale. No sabemos de dónde salen. Estamos desbordados y no sabemos ni siquiera qué hacer. Cada vez son mejores, cada vez son mayores y cada vez cuesta más... recursos acabar con cada uno de ellos. Hay parajes en la creación que eran hermosos. Ya no.

Y desde el Santuario no se dice nada más que "acatar, defender, destruir a los que quieren destruirnos". Con ello, ejecutando y eliminando Devoradores no somos más que sus iguales. Hay algo detrás de esto, algo que soy incapaz de entender, y que parece que existe dentro de Santuario. Si se nos está prohibido el acceso al interior de él, ¿cómo vamos a averiguar la verdad?

No puedo estar contigo, porque nadie lo permitiría, y lo sabes. No estamos diseñados para ello. No puedo quererte, no debo quererte, y no hay nada que ansíe más que romper esas reglas. La gente me sigue pero sólo veo obediencia ciega a los propósitos de Lucifer y a mí... me llaman su "mano derecha". Dicen que asaltando Santuario es la única forma de que la Creación no sea pasto de las llamas. Yo no lucho para evitar las llamas. Lucho para poder ser libre, lucho para poder sentir libremente lo que siento. Pero claro, es todo tan difícil.

No entiendo por qué todo está volviéndose así. Sólo quiero que me entiendas si no lo conseguimos. Asaltar Santuario es la única manera de lograr una eternidad para ti y para mí.

Es la única elección posible. Y tengo que hacerlo, aunque antes Lucifer quiere parlamentar conmigo, en la lejanía del Universo. No sé qué va a pasar, pero tengo la impresión de que va a cambiar todo.


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