viernes, 25 de julio de 2014

Llueve muerte.

Afuera, amigo mío, llueve muerte,
una deflagración silenciosa, anónima,
una barbarie tal, que a casi todos repugna,
casi, como siempre, algunos deciden no mirar.

Afuera, amigo mío, llueve muerte,
enquistados en una confrontación eterna,
textos contra tierra, reivindicaciones
que solo odio y más muerte generan.

Afuera, amigo mío, llueve muerte,
y da lo mismo que estés dentro o fuera,
llueve muerte de quienes tanto la sufrieron,
y ahora la imparten sin piedad ni miedo.

Afuera, amigo mío, llueve muerte,
el dolor solo dolor genera,
y ellos deberían saberlo, los primeros,
interesados por su propia parte de la historia.

Fueron expulsados, perseguidos,
asistieron a pogromos y genocidios,
pero ahora hacen llover sobre sus hermanos
lentas y amargas lágrimas de muerte.




1 comentario:

  1. Ya es difícil expresar en un poema el dolor y la barbarie de estos días pero lo has conseguido. Crudo poema de esos que duelen y que contienen la rabia. Saludos.

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